Bitácora -de martes a martes-.


Mi colega Alejandro Palizada había visto en Dr. Passavento de Enrique Vila-Matas el nombre de Bernardo Atxaga. Debido a eso, y creo firmemente que no a otra cosa, su memoria guardó el nombre hasta encontrarlo, por mera casualidad, como suelen ser las cosas interesantes de la vida, en una feria del libro pequeña. Lo adquirió en unos pocos pesos. Seguro le llamó la atención el diseño de la edición que es muy llamativo y resulta sugerente.

Bien, después de eso, pasó lo que suele pasar con muchos de los libros que por una cuestión de inercia, Alejandro Palizada, suele dejarme en las manos. Lo leí y terminó por hacer profunda mella en mis lecturas. Finalmente, no pude evitar recomendarlo en esta jornada radiofónica. Un paseo rápido por la biografía daba ciertas señas para llamar la atención: es un escritor vasco, uno de los más reconocidos a nivel mundial, sino es que el más; ha dedicado su carrera también a la manufactura de guiones radiofónicos y obras teatrales, matiz que tiene la novela que le he leído por supuesto; y además ha hecho letras para canciones vascas. Atxaga es relativamente joven (Joseba Irazu, su nombre de pila), nació en 1951. Su mayor impacto literario ha llegado a través de sus novelas con las que ha obtenido gran éxito tanto en el gusto de los lectores como en los premios de la crítica. En castellano ha publicado recientemente dos novelas, El hombre solo y Esos cielos. Un escritor entre las vanguardias y el realismo mágico, dota de protagonismo a la naturaleza y suele hacer de sus personajes gente del pueblo enfrentada al paisaje y a las míseras condiciones de nuestro tiempo.

Esos cielos, novela que comenté en el programa narra las horas siguientes de la triste salida de la cárcel y la búsqueda del retorno. Irene es una ex-presidiaria recluida en Barcelona, inculpada por terrorismo y que, después de cuatro años, ha quedado "libre" o Abandonada", como quiera vérsele. La novela comprende el trayecto de regreso de este personaje femenino triste y despistado, casi en un estado de mera expectación. Debe retomar una vida que ha perdido. Todo ha cambiado, pero el pasado la perseguirá con sus consecuencias. ¿Podrá Irene hacer algo con su nueva vida?

El hálito de "no pasa nada" que el lector podrá recorrer en una edición de grupo Zeta, me hizo pensar en otra novela que había leído hace un tiempo y que también conmocionó mi forma de ver y leer el mundo. Me refiero a Nada, novela escrita por Carmen Laforet, premiada con el Nadal en su año de publicación que fue para 1945. Novelita de deliciosa lectura en la que queda de manifiesto la decadencia de la sociedad y la sensación de que no pasa un carajo. Nada ilumina el medio siglo de la literatura española de una manera extraña. Forma parte de una nueva generación de escritores, pero que, sometidos aún a una censura implacable, burlan, a nuestros ojos actuales, graciosamente, cualquier tropiezo y sometimiento dejando dato de una narrativa bien armada y escurridiza.

Así, no pude dejar de pensar en la parábola del Hijo pródigo como metáfora literaria. El viaje y la perdición. El sufrimiento y aprendizaje en el mundo para ver, tanto a una Irene de Esos Cielos como a Andrea de Nada, volver con los arañazos de la vida a su casa paterna. No es de menospreciar, por ejemplo la elección de los nombres tanto de un personaje como del otro. Recordemos que Andrea es en griego, el joven, y por su parte, Irene trae consigo la carga significativa de: La Paz.

El programa fue ágil y emotivo. La voz femenina en la literatura me llama la atención en estas dos novelas. No por ser mujer la que escribe, sino por ser una manifestación tan genuina y tan vivaz, en la que los personajes más que cualquier otra cosa tienen vida y se van construyendo integralmente durante toda la trama. Pasa precisamente lo contrario a lo que afirmo. Pasa algo, se construye en carne y hueso alguien, aunque fuera de lo demás, suceda Nada.

No lo olviden, 870 AM, los martes a las diez treinta.


5 Escrúpulos y jaculatorias.:

Alejandro Palizada dijo...

quizá igual o más importantes (más "stars") en catalán estén gimferrer y monzó, no crees? y digo monzó por aquellas sesiones de las cuales sólo recuerdo 3 cosas: a la chica con una chaqueta roja, el apellido monzó, y a juan durmiéndose.

pero en realidad, el libro de atxaga lo compré antes de haber empezado dr. pasavento. Lo extraordinario no fue que Vila-Matas lo citara, sino que se diera una cita con Atxaga en Sevilla.

LSz. dijo...

Pues en vasco, se habla de Atxaga como el escritor más reconocido actualmente. En catalán, no sé.

Alejandro Palizada dijo...

es cierto!!! de dónde carajos saqué "catalán"???!?!?
plop!

Anónimo dijo...

Vengo de leer "Suicidios Ejemplares". Lo encontré sumamente desgarrador, aunque no desde el sentido trágico, a pesar de que tiene un poco de ello, sino del absurdo, muy a lo Kafka (Ay de kafka!!!!, que también nos metió en dilemas). Por lo pronto sigo con "París no se acaba nunca". Nos estamos leyendo. Saludos,
Yan.

Esta va por ella... aka refulch dijo...

Tal vez no es el lugar apropiado, o el momento pero igual qui va: si mi hermano es mayor por 1 año 10 meses, estamos formando una organizacion, de apoyo paa hermanos menores, en la cual pretendemos abolir la importancia del primogenito tan pronto tenga mas informacion te la pasare...

 
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