Estampitas de niño en short.





Me encantaba, eso dice mi madre, andar todos los días, a todas horas de shorts. Creo que reía poco desde entonces. Fui más bien misterioso, con mucho espíritu; me desbordaba y desde niño sabía que no alcanzaría algo. Sabía, creo distinguir a la distancia, que viajaba en el barco de los derrotados.


Por las noches, lo recuerdo con cierto estupor, -estos momentos también me delatan mi cercanía y preocupación por la muerte y los otros y la tristeza y la pérdida- me acercaba a tientas, en la oscuridad, con cada uno de mis padres y de mis hermanos a comprobar que aún respiraran. Sólo después de corroborar que así fuera, sentía que el nudo en la garganta desaparecía y yo por fin podía echarme a dormir. No, no sé por qué. Sólo he comprobado lo primero. Nunca he sabido lo del nudo o el por qué. Sólo sé que así era. Siempre viví preocupado, angustiado, sufriente. Debe ser porque leía vidas de santos.

0 Escrúpulos y jaculatorias.:

 
Free counter and web stats