Frente al Cerro de la Silla.

El clima es pardo. L Bebe café y espera a que sea la hora de la muerte de Cristo. Visito este lugar en el que a cada puente uno puede encontrar retratos de De nigris el que murió en Grecia. El viaje ayudó a dejar cosas. La lejanía siempre es esa distancia que solventa la angustia del prurito. Había luna la mayoría del camino. La otra parte sólo fue cerrar los ojos y aguantar el aire acondicionado. El acento de estas tierras es cansado, tanto -quizá menos- que el de León. Pero así de permanente, una sorpresa, un extrañamiento. Es seguro, sin embargo, que se puede tolerar un poco más que el que habito estos tiempos. No es queja, es discernimiento de las diferencias.
A L su madre le ha enviado un mensaje. Le envía una bendición y lo felicita por el día de su santo. Hacía años que no lo hacía. La madre lo recuerda mucho, el 25 de agosto porque es el santo de Luis, de su hermano.
Bebe café y sabe que no habrá fotos. Mejor así.

0 Escrúpulos y jaculatorias.:

 
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