De Contraverano.

La presentación, todo un éxito. Además de que el poeta es de voz portentosa, la poesía es furiosa y pródiga, no lo debo decir yo, lector paupérrimo de poesía. Lo ha dicho E. Amador, uno de los presentadores. Trató con cercanía y familiaridad y casi cariño lo que encierra Contraverano: a Mijail, a su poesía, al hijo pródigo que se decanta en los versos del libro la noche de miércoles, en medio de un salón nutrido de auditorio. Amador se acercó a todo Contraverano. Josué Ramírez y Geney Beltrán mostraron su inclinación hacia este texto, y fue una intervensión elocuente, cercana, muy del norte. Sin embargo, no dejo de pensar en el padre de "Carlos" Mijail, que agregó, aun si fuera posible, mayor emotividad a la presentación revelando su sueño hecho realidad: bajo los nombres estaban marcadas las cartas. el poeta que teníamos en frente debía, fiel a su destino, ser una voz en medio del ruido, ir en contra, en este caso, en Contraverano.

Con vino de honor, bajo una lluvia de abril, en medio del temor de L por fumar en lugares prohibidos sin saberlo y ser entambado, entre la vorágine de la Cd. De México, hemos pasado una "poética" velada llena de referencias, llena de historia, mejor, de memoria, que me parece más a propiado. Yo tenía en mi mochila de provinciano tres libros: Contraverano. El poeta estaba ahí, había que aprovechar para el autógrafo. Unas obras completas de López velarde, un regalo entrañabilísimo: la sesión comenzó con unos versos de López Velarde que figuran como epígrafe; y otro texto más, una compilación de Seligson, la autora de rizos encanecidos estaba sentada en una orilla de la sala. No, no es descabellado, la literatura evoca y el aire de ahí, estaba colmado. Reprócheseme lo bucólico y lo ensoñado, pero fue una buena noche, una noche invitatoria.

Nosotros, por nuestra parte, presentaremos Contraverano en Irapuato este 19 de mayo de 2008, en medio del Festival Eratzicutzio, celebrando el día de la Literatura en Casa de Cultura. Sé que no es Bellas Artes, sé que no es Geney Beltrán o Amador que presenta, pero tengan por seguro que el libro habla por sí solo y es una referente toda una seña de identidad lapidaria en cada provinciano incitando al viaje, provoca al Simbad que todos llevamos dentro, por lo menos, los condenados a la literatura.