Prohibido Besar.




No hace mucho tiempo el Congreso del Estado de Guanajuato, a petición de H. Ayuntamiento local decidió, como ley, prohibir el paso de burros por la vía pública. Los burros de carga que uno puede encontrarse de paso, con leña en el lomo o carbón o alfarería o paja o lo que sea, debían desaparecer. Afeaban La Capital Cervantina de América. Recuerdo que me quedé pasmado. El argumento era tocho, bastante idiota -quien viva en Guanajuato permanentemente podrá decirme si me equivoco-, y el castigo era para el dueño del burro. Decían, los diputados, que la mierda de los burros y la existencia de éstos, me parece, era indigna para una ciudad que vive del turismo como Guanajuato. Hay, sin duda, gran luz en buscar la belleza y la buena convivencia entre los hombres, pero, joder, ¿qué, no saben los diputados que los burros de carga no son un lujo ni un capricho de los alfareros o de los albañiles?¿acaso un Edil o un Síndico ha cargado una maleta o una bolsa con víveres por más de un callejón en Guanajuato como para que le permita imginarse el calvario de cualquier callejón de Guanajuato, llámese el del estudiante, el del Espinazo o, para ponernos serios, el del Púquero o la Calzada? ¿O, para hablar en economía, no han notado los administradores de la moral que los burros cargan el carbón de restaurantes famosos, la alfarería y chucherías aledañas que el turismo compra y regala ancestralmente a los que le esperan en casa? ¿No han podido notar que no por vestirse especialmente para meterse al Congreso cada mañana se justifica su pésimo gusto a ellos también?


Ahora, esta mañana -ya desde ayer había leído una nota que me pareció extraña en la que prohibían vender en la calle, y peor, comprar a puestos ambulantes-. Volví a pensar en lo idiotas que suelen ser algunas legislaciones en Guanajuato. Pensé en aquel sistema de transporte y la formidable idea para "modernizar" la forma de pago. Quién puede olvidar cuando implantaron en cada urbano una maquina súper tenológica que cobraría inteligentemente los cuatro pesos del pasaje y evitaría los robos y a los cobradores tradicionales y las pérdidas y las filas tristes de pasajeros. No hace tres, quizá cuatro años de eso, no me quiero imaginar la inversión y la lana de comisiones y rebanadas del pastel del erario local que se perdieron en ese transe -y que alguien, por supuesto, se embolsó y debe sonreír cuando lo recuerda-. Nunca hubo tarjetas preferentes, nunca hubo un uso efectivo -no es posible- el transporte en Guanajuato, como Guanajuato mismo, no tiene posibilidad de "modernizarse", la ciudad es así y ya- y en poco tiempo, las máquinitas dejaron de funcionar. Simplemente era una crónica tan evidentemente anunciada como que sale el sol todas las mañanas, aun cuando no lo logremos ver.


Esta mañana pues, trascendió la noticia que me parece sesuda y de bien pensada para provocar risa:

Jueves, 15 de enero de 2009 - El presidente municipal de Guanajuato, Eduardo Romero Hicks, decidió prohibir los besos en la vía pública, así como pedir limosna o usar palabras altisonantes, al aprobar un nuevo reglamento, que además se castiga con cárcel o multa.
Al respecto Xóchilt Gálvez, corresponsal especial de “José Cárdenas Informa”, indicó que este nuevo reglamento establece como una falta, algún tocamiento que pueda causar molestia o que pueda ser considerado como obsceno, a la vista de la policía o autoridad municipal.
El reglamento se castiga con cárcel o multa a las personas de hasta mil 500 pesos equivalente a 30 salarios mínimos, detalló
Este jueves Romero Hicks precisó que un beso que calificó como tipo “olimpiada”, podría ser una causa de un arresto, considerando las modificaciones al bando de policías.
Algunos regidores del PRI consideraron que esta reforma al bando de policía, no es otra cosa que un acto moralista y advirtieron que este tipo de acciones va a desalentar el turismo, dado que muchas de las personas que van a Guanajuato es para visitar el Callejón del Beso, que es tan tradicional.


Y claro, la lucidez de los regidores del PRI al respecto de la prohibición de los besos es para levantar uno mismo la cabeza y pensárselo, deberían estar en el MIT todos ellos. La ley, sin duda, matará una tradición turística de Guanajuato. La del Callejón del Beso; también acabará con el amor en Guanajuato, un beso, qué daría Adolfo Becquer por un beso. En cuanto a los vendedores ambulantes, seguro Romero Hiks y compañía, además de resolver y conquistar el mundo con luz y con tremendas ideas, habrán pensado decididamente en qué es lo que van a hacer con ésos que afean el ambiente turístico, esa lacra de la sociedad que son los vendedores ambulantes, ésos que aturden como anguilas en el cielo, ésos que consiguen su sueldo de los transeúntes y que no les permiten vivir libre y saludablemente. Esos que, seguro, se suben el sueldo cada navidad y que deciden que necesitan una dieta y una comisión y todas estas cosas que, por supuesto, los síndicos y los regidores y los diputados locales no conocen porque, ellos, ellos están sumamente ocupados por legislar acerca de seguridad, acerca de cultura, acerca de economía, no acerca de besos y de cuestiones estéticas que "afean" una ciudad tan bella y mágica como Cuévano, Estas Ruinas que sigues viendo.

9 Escrúpulos y jaculatorias.:

Unknown dijo...

carajo

simplemente carajo

supongo que en Guanajuato ya se estarán organizando grupos de resistencia, no?
de besadores clandestinos, compradores y marchantes, mercancia ambulante... todos montados en burros?

de verdad
habría que organizar una protesta
besar a los y las ambulantes
o mejor
a los burros

tantas posibilidades para la resistencia creativa

saludos
y saludos por teléfono en casa de G
ja

Patancito dijo...

JA, justo acabo de preguntar eso, pero es bueno salir de la duda. Es increible, simplemente eso.

Alejandro Palizada dijo...

Alguien debería también multarlos a ellos por pendejos. ¿Afear la ciudad? Por un diablo!
Es una verdaderavergüenza que legislaciones como ésta sean evidentemente especulativas (sin duda, corregirán ese craso error), y en realidad ¿cuál es su objetivo? ¿Quedar como idiotas ante laopinión pública? No sólo han "criminalizado" algo como la efervesencia de dosamantes, sino -entre otras cosas- los porrones de las estudiantinas, las horas en que se realizan, el libre tránsito del ciudadano (multarán a las personas que no crucen la calle por donde "se-debe-hacer").
Y, pregúntome yo,
¡Qué hicimos, oh Dios, para merecernos al PRI de nuevo!!!!!
Por eso: a la chingada de una vez a todos los estudiantes de derecho y futuros politiquillos.
arrgghhhh cómo me emputa la política de este puto país de mierda!

LSz. dijo...

Jo, perdona que lo apunte también, pero sí, está prohibido, o mejor, es causa de multa y cárcel en todo caso, si usted, en Guanajuato, no utiliza algún puente peatonal.

Mafufa dijo...

Antes que nada... SALUDOS!!

Lo sé, son unos verdaderos peleles, la verdad es que no sé porque es que les pagan [aunque la respuesta es más que obvia]
No es posible que la "moral" [moralidad falsa] sea factor de que nuestro estado tan lindo se vaya por el caño...

... y en forma de protesta yo besó a los burros que hay por mí casa y lo hago en la vía pública!!!

LSz. dijo...

Ajá, Samuel, Mafufa, mañana me dedicaré, después de mis respectivas clases, a besar burros en la calle, ahí, precisamente, por donde está en la foto quien intenta besar al burro, cequita del callejón de Atarjea, uno que subí durante unos tres años, cuatro o cinco veces al día.

AP, y todos confiaremos en la acertiva decisión de los polis y los jueces del bando cívico. Jo.

G Velázquez dijo...

Título plagiado

te voy a demandar

LSz. dijo...

Uy, qué miedo. Es tan creativo el título que a nadie se le pudo ocurrir al encontrarse con la noticia.

carmen jiménez dijo...

Pues la verdad, es que cuando comenzé a leer estos besos prohibido, pensé que eran pura invención de tu mente. No podía ser que los políticos fueran más...de lo que ya son. Pero según iba leyendo, me decía que la realidad supera siempre a la ficción y que tal vez era una verdadera denuncia. ¡Con lo que me gustan a mi los burros! Aquí ya están extinguidos. Y es que la globalización va llegando poco a poco. Lástima. Recuerdo cuando en España no necesitábamos de cartelitos por todas partes para saber lo que podías (debías) o no podías hacer. Éso era para países como Alemania, todo el día fijándote en los dichosos carteles para no tener que pagar multas y más multas. Pero ahora, España se ha puesto por encima. Lástima también que no sea en otras cuestiones. En fin...¡Vivan los burros y los besos allí donde las ganas te aborden!

 
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