Reseñas

Desde hace unos meses, colaboro para un periódico local en Guanajuato, capital. Los textos se suscitaron a partir de que una amiga de mi hermana está al frente de la página de cultura de dicho diario. Mi hermana comentó algo a su amiga. Ella me encontró en un par de bares por pura casualidad. Quedamos y disciplinada como emocionada, la colaboración se publica cada jueves.
Leerlas, si fuera yo un asiduo de los diarios de aquel Cuévano como cuando lo fui siendo un habitante de bibliotecas -por no tener a dónde más ir-, sería un verdadero deleite, una sugerencia a correr a las bodegas de la editorial universitaria y devorar los títulos que se venden a precios módicos (si uno presenta su credencial de estudiante); o ir y después de zangolotearle los cachetes al editor de la Rana (editorial del IECG), robarse algunos de los títulos olvidados que tiene ahí haciéndose viejos. Yo, si fuera un universitario, estaría emocionado por leerme una reseña cada jueves, me haría decir, suspirando, "definitivamente es jueves".
Me sucede algo con la promoción cultural. Siempre termino haciéndola. Recuerdo que para canal cuatro vencí mi mala cara y mis pronunciaciones decimonónicas y hablé para "La Caja", un programa cultural que seguro ya no existe. Estuve dos años hablando una media hora a la semana, los martes, para "Letras con vida". Me transformé en una linda botarga cultural para la Casa de Cultura de Irapuato y presenté poetas, novelistas, cuentistas. Fui el único miembro de un Colectivo llamado Plataforma que organizaba cosas en aquellos días. Era yo, pues, un animador cultural. Mi fasceta de reseñista comenzó en diciembre pasado y ésta fue el primer seudónimo que utilicé.

A petición de mis tres lectores, iré colgando en este bló las que hasta el momento han sido publicadas:

Música para los buitres, Raúl González Nava. Premio Nacional de Novela Jorge Ibargüengoitia 2006

253 págs. Ediciones la rana.

María Font.

La presente entrega es una novela negra cuyos 58 apartados denotan la naturaleza particular de este género: una muerte misteriosa y los derroteros de una investigación acerca de ésta. Raúl González Nava presenta Música para los buitres como el trasunto derivado de la muerte de un escritor reconocido en la sociedad mexicana. Joaquín Santoyo, reportero del canal Once, nos cuenta, casi en exclusiva, esta historia que, conforme se suceden los hechos, se convierte en un duelo de poder entre Conaculta y la PGJ, sin dejar de ser un cuento sobre la muerte, de la cual emergen personajes como “El Taxi” y “Durán”, ambos cumplen con su trabajo llevándonos por el camino de los detalles, ahí donde se columpia el diablo y desde donde el lector hará sus pesquisas a lo largo de la trama ganadora del Premio Nacional de Novela Jorge Ibargüengoitia 2006.

Haciendo gala de varias técnicas, González Nava dirige esta orquestación. Presenta planos separados en cada apartado; muestra los vasos comunicantes tras cada escena y ordena la lectura de tal manera que siempre resulta “ruidosa” e imposible de abandonar; construye personajes tales como Almudena Terravieja, de ojos espectaculares y hechiceros, Nicolás Durán, quien sobrevive entre la impartición de justicia, el alcoholismo y su pasado o Sebastián Corzo, pusilánime embalsamador cuya soledad lo une con la demás lista.

La lectura a cada paso ostenta un secreto por dilucidar. Ante tales, siempre la polvareda que emborrone cualquier hipótesis. Música para los buitres, a pesar de caer algunas ocasiones en clichés y abusar de la intención de los efectos; con todo y sus chistes de mal gusto o sus cabos forzados resulta una novela que captura al lector desde la primera escena; cumpliendo al pie de la letra lo que del género sabemos, se lee vorazmente, gracias, quizá, al investigador o periodista o mirón que todos llevamos dentro; gracias, probablemente, como afirma Pascal Quignard a que “el secreto es el único lazo entre los individuos que se buscan en la sombra social, en la penumbra sexual”.




7 Escrúpulos y jaculatorias.:

carmen jiménez dijo...

Pues me uno a las peticiones.
Saludos.

LSz. dijo...

Abrazos!

Jaime antonio Chacon dijo...

que triste lo de Facundo cabral que opinas LSZ

Jaime antonio Chacon dijo...

Te Acuerdas de mi vivia en la pradera, Fui ala escuela de futbol. eras un porterazo. Muy poco platicaba contigo. Nunca me inagine que fueras un escritor. Yo decerte en el estudio y me vine a gringolandia aca en Denver. saludos. atate jaime Antonio chacon.

LSz. dijo...

Jaime,

Tendrás que recordarme más cosas. De qué jugabas? ¿cómo te decía el Charro? Por ejemplo. Ahí, de verdad, tú lo has de recordar, jugábamos y nos divertíamos tanto. Siempre seré, más allá de ser un escritor como dices, un futbolista amateur de esas canchas del Revolución.

Te dejo un abrazo, ojalá pases otra vez por aquí y me dejes tus datos.

Don Rul dijo...

Gracias por la reseña, carnal. Un abrazo.

LSz. dijo...

Un abrazo, Carnal. Un placer la novelita.

 
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