Viernes


P.D. Dicen que las posdatas son eso que no se ha dicho y que no es importante. Esa cadencia sin el grito estridente del Do de pecho que exige lo importante por decirse. Enmudezco al recordar: "quieres ser escritor, se te nota a leguas". Pienso en eso. Pienso en qué tanto no sé qué es lo que hago para que se note a leguas qué. Pienso, también, en lo cabrón de haber rechazado la solvencia en el COLSAN por la frágil estadía en el deefe. Pirmero, lo pongo en el techo inexistente del funámbulo y, me digo, Lilia tiene razón, la opción era otra. Un doctorado, en San Luis, junto a Juan. Luego, aunque no me queda claro, intento dar con la nitidez. Algo, una seña y me diga qué putas estaba pensando al elegir acá, México. Sospecho una respuesta más pusilánime que soñadora, más cobarde y triste, como de novela escrita por Juan Marsé. Pienso en ti al final y me digo, si Lilia hubiera estado ya en San Luis, quizá lo hubiera dudado menos. Ese desierto sabría a bacanora sonorense y ese desierto no sería tal, ni tampoco sala de espera, ni tampoco vagón de tren que siempre está a punto de partir. 
 

0 Escrúpulos y jaculatorias.:

 
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