Usted soy yo

Usted soy yo. Premio Nacional de Novela Jorge Ibargüengoitia

Alain Derbez y Ángel Miquel

Ediciones La Rana, 2009

México, 190 páginas.

Por: María Font

En junio de 2009 un agotado Alain Derbez presentaría la novela Usted Soy yo, Premio Nacional de Novela Jorge Ibargüengoitia 2008. Lo hacía en representación de Ángel Miquel, el co-autor de esta novela “múltiple” en la que, a dos voces se de-construye el llamado enigma Usted soy yo. El marco de la presentación fue la FENAL, en León, Guanajuato.

La novela abreva de varios cauces de presentación que oscilan entre las relaciones epistolares, los correos electrónicos, las vidas ajenas o el tránsito por la propia que, con sutil ironía, también –como la propia novela de Derbez/Miquel ̶ buscan un premio literario. Esta novela se presenta como el paquete de cartas, recuerdos, tránsitos y repasos sobre una historia de amor que termina abriéndose a hacia dos continentes, varios personajes y, por supuesto, ligándolo todo con el tema íntimo: la revisión de la vida propia y de lo que se es tamizada por una cadencia que sobresale a la lectura. Con risilla burlona quizá, la novela se entrevera sin un formato definido, bajo la incertidumbre, revisando, a su manera, la decadencia de lo que se conoce como mundillo intelectual, discutiendo las preguntas sobre quién escribe y por qué se escribe. Sus propias historias parecieran ir respondiendo poco a poco dichas preguntas.

Del texto destaca un ritmo que podríamos proponer como de resignada contradicción. Una relación epistolar que más pareciera botellas al mar sin destinatario es lo que abre este interesante diálogo por las proximidades de los géneros epistolares. Narran cómo va la vida, revisan la historia reciente España-México y la propia historia de los personajes. Una a una, van rectificando los derroteros de quien escribe. A cada una de ellas, encontramos a personajes que se descubren sabiendo un poco más de sí mismos. Pareciera se escribe frente a un muro silente en pos de ajustar las cuentas del tiempo, como también se entrevé este mismo objetivo en la propia novela: el de dar cuenta o desmitificar quién tiene la razón; debate del que siempre emerge la misma respuesta: “estás viviendo en el error”.

De personajes variados pero geométricos, la novela es quizá un proyecto que no cierra del todo con sus pretensiones. No deja de percibirse la escritura orquestada a dos voces que, por otro lado, la dota de una simultaneidad poderosa, vocativo para lectores contemporáneos que buscan retos ante las lecturas.